Problemas en la vuelta al salto
Para que afrontemos el obstáculo en buenas condiciones es importante trazar correctamente la vuelta. Si hacemos una buena vuelta la llegada al salto puede resultar muy sencilla. Como siempre, el equilibrio será parte fundamental para que la vuelta esté bien realizada.
Posibles problemas que podemos encontrarnos:
El caballo corre en la vuelta en lugar de avanzar.
El caballo se va activando cuanto más se acerca al salto y termina por correr, va de menos a más.
El caballo se va “apagando” a medida que se acerca al salto; va de más a menos.
El caballo llega al obstáculo falto de impulsión.
El caballo se deja caer hacia el lado interior en la vuelta.
El caballo “corta” la vuelta al salto, es decir, realiza el giro antes de tiempo.
El caballo no afronta el obstáculo en línea recta.
El caballo se incurva en exceso hacia el lado interior (esto puede ser debido a que el jinete tira demasiado de la rienda interior) y se desplaza hacia el lado exterior de la vuelta.
El caballo mira excesivamente hacia el lado exterior (dobla el cuello) y pierde ritmo y un trazado correcto.
El caballo vuelca su peso delante y se hace “largo”, falta de equilibrio.
El caballo no galopa a mano correcta (o va desunido).
El caballo cae al trote en la vuelta.
Para trabajar sobre una vuelta y tratar de corregir posibles problemas o errores, propongo trabajar sobre círculos de 20, 15 y 10 metros de diámetro. Estas dimensiones tienen relación con los tipos de vueltas que nos podemos encontrar antes de un obstáculo, desde vueltas grandes a giros más cerrados. También propongo marcar 4 puntos en el círculo (con conos, por ejemplo) de cara a que nos sirvan de marcas para realizar algunos ejercicios.
Estos ejercicios pueden ser los siguientes (principalmente sobre galope):
Determinar un ritmo durante una vuelta entera, tres cuartos de vuelta, media vuelta, etc. Los conos van a marcar hasta donde mantenemos el ritmo.
Cambiar de ritmo de cono a cono o cada dos conos. Siempre buscamos buen ritmo en la transición.
Trabajar la incurvación hacia el interior o hacia el exterior, manteniendo el trazado y el ritmo.
Variar la incurvación de nuestro caballo. Los conos nos marcan cuando cambiar ésta. Ritmo y trazado invariable en los cambios de incurvación.
Realizar transiciones cortas y rápidas de galope a trote y de trote a galope. Si es posible cambiando la mano a la que galopamos sin variar el trazado del círculo.
Abrir y cerrar el trazado del círculo sin que el caballo se deje caer hacia el interior o al exterior; mantener el equilibrio y mantener el ritmo.
Posteriormente podremos trabajar en un círculo incorporando un obstáculo en el trazado del mismo. Podemos realizar algunos ejercicios planteados anteriormente sobre este ejercicio.