Primeros pasos a caballo
Llega el día, después de haber querido subirte a un caballo, das el paso… Cualquier excusa es buena para empezar a montar a caballo.
Las primeras impresiones pueden resultar exageradas, el hecho de que el caballo se mueva con nosotros encima ya nos puede producir una sensación completamente nueva para nosotros.
Marchar al paso con el caballo y ser capaces de controlar movimientos básicos pueden producir una sensación de miedo o excesivo respeto por el caballo. O bien todo lo contrario, se produce una agradable sensación.
En algunos casos, para que el jinete sienta que tiene el control sobre el caballo que está montando basta con enseñarle a realizar paradas desde el paso. Debe sentir que es capaz de hacer marchar al paso al caballo y controlar que lo para.
Cuando iniciamos el trote por primera vez puede ser un tanto incómodo y hasta desagradable. El nuevo jinete nota los dos tiempos del trote mientras bota sobre la montura. Por regla general puede tardar algunas sesiones de trabajo en conseguir empezar a relajarse sobre la montura. También es habitual que se tarden algunas clases en mantener el ritmo de trote levantado e ir a la par con el caballo. Para que entiendan el movimiento de trote levantado (y de paso hacer un poco de calentamiento), con el caballo parado invitamos a que el jinete se levante a tocar las orejas del caballo durante 10 repeticiones (se imita el trote levantado, el jinete se levanta y se sienta, arriba y abajo).
Para tratar de conseguir mejorar el equilibrio con jinetes nuevos podemos trabajar trote sentado, trote levantado y trote en suspensión. De esta manera, variando el trote invitamos a que un jinete con poca experiencia tenga que modificar su equilibrio y su posición sobre el caballo.
El primer galope suele ser muy agradable. Antes de realizarlo puede haber una sensación de miedo (sobre todo en algunos de los más pequeños), pero una vez que se galopa esto cambia.
Las primeras sensaciones sobre un caballo, en ocasiones pueden provocar miedo o respeto. Es importante que, según el jinete, vayamos más o menos deprisa. Tomar las primeras lecciones sobre un caballo con calma ayudará a que el jinete tenga una buena base y posteriormente le resulte más sencillo evolucionar sobre un caballo.