La pierna del jinete

La pierna del jinete puede considerarse como una parte básica y fundamental para la práctica de la equitación.

Para que la pierna actúe correctamente debemos colocarla en su sitio, detrás de la cincha aproximadamente. El talón debe ir abajo y la punta del pie no debe estar abierta hacia fuera.

La presión ejercida debe ser constante. A ser posible no debemos presionar al caballo mediante ligeras patadas (y menos a patadas), o tampoco emplear la patada como medio para hacer que el caballo responda.

La pierna debe actuar como “motor”. A José Celorio (gran profesor) le escuché en varias ocasiones decir “a toda acción de la mano, le precede una acción de la pierna”. Coincido con esa frase. Para poder realizar cualquier acción siempre debe actuar primero la pierna, el caballo debe ir hacia delante o tener deseos de ir hacia delante. Si actuase poco la pierna y mucho la mano, corremos el riesgo de que el caballo se quede detrás de la mano y pierda el deseo de avanzar.

Con los caballos más vagos puede aparecer la tendencia de subir el talón. Nos puede parecer que de esta manera podemos ejercer más presión al caballo, cosa que probablemente no suceda. Con los caballos que son más enérgicos la tendencia es contraria, la pierna suele ir hacia delante. Para tratar de corregir una mala colocación de la pierna podemos atar el estribo a la cincha. y De esa manera impedimos que se mueva demasiado la pierna (no se trata de que el pie y el estribo estén pegados a la cincha, se trata de que el estribo esté atado para que se coloque correctamente el pie.)

Un uso adecuado de la pierna es fundamental para cualquier disciplina ecuestre.