La concentración del caballo
Para que un caballo trabaje correctamente es importante que consiga un buen nivel de concentración. Hay caballos que tienen facilidad para concentrarse y otros a los que les resulta más difícil.
En ocasiones confundimos un caballo mirón con un caballo desconcentrado. ¿Por qué sólo se asusta algunos días? O, ¿por qué se sólo se asusta con algunas cosas extrañas? Atención a esto, para conocer cómo y cuándo trabaja nuestro caballo mejor. Empezar a trabajar a nuestro caballo desde que nos subimos o iniciar el trabajo a la cuerda antes de subirnos, puede ayudar a que nuestro caballo se concentre.
¿Qué podemos hacer justo cuando nos subimos? No se trata de empezar a trotar o a galopar desde que el caballo sale de la cuadra. Podemos plantear trabajos sencillos y no muy exigentes (primero pueden ser al paso, después al trote o al galope). Por ejemplo, incurvar ligeramente al caballo a ambos lados, alargamientos y acortamientos de paso, círculos, paradas, e incluso algunos trabajos laterales. En todo caso, siempre debemos tener paciencia a la hora de realizar determinados ejercicios.
Con algunos caballos, en ocasiones es importante tener algunas rutinas. Iniciar la sesión de trabajo con determinados ejercicios que ayuden al caballo a su concentración puede generar una dinámica que le ayude a entrar en el trabajo, es decir, a ser capaz de concentrarse con relativa facilidad.
Tranquilidad y calma pueden resultar útiles a la hora de buscar y conseguir la concentración de un caballo. Por ejemplo, con aquellos caballos que resultan más calientes durante el trabajo o parte del mismo (con este tipo de caballos no se trata de galopar por galopar y que el caballo acabe cansado y después esté supuestamente “concentrado”). Para un tipo de caballo más frío, el hecho de activarlo puede ayudar a la concentración.
Atención a los caballos que tardan en concentrarse frente a una competición, sea de la disciplina que sea. Entrar en una pista de concurso, de salto por ejemplo, con un caballo que no está atento y concentrado a lo que tiene que hacer puede provocar un mal resultado. Podemos ver que un caballo no está completamente concentrado porque no va recto al salto, porque está pendiente de lo que sucede en el exterior de la pista, porque no salta correctamente, etc.
Para algunos caballos, principalmente los más jóvenes, trabajar junto a otro caballo (e incluso detrás de otro caballo) puede ayudar a que se ordenen, y en consecuencia que acaben por concentrarse. Trabajo «cabeza a cabeza»
Ojo con aburrir a nuestro caballo con el objetivo de que se concentre. La monotonía no siempre ayuda a la concentración.