Jinetes despistados
A veces sucede, todos los jinetes podemos tener algún despiste. La cuestión es que estos hechos pueden tener mayor o menor repercusión, porque hay despistes más graves que otros. Vamos a comentar algunos de los despistes que nos podemos encontrar, tanto pie a tierra como a caballo.
Despistes pie a tierra:
- Que se escape un caballo en una pista donde se encuentran más caballos trabajando. Un jinete desmonta no sujetando correctamente su caballo y éste se escapa, pudiendo provocar problemas a otros jinetes o caballos.
- No atar correctamente a un caballo. Tanto en las cuadras, en vallas o camiones o remolques, el hecho de no realizar correctamente el nudo del ronzal o ramal de un caballo puede provocar que éste se escape y genere problemas con otros caballos o jinetes.
- No cerrar correctamente la puerta del box (se puede dar el caso de que el caballo abra el cierre de la puerta, ante lo cual habrá que emplear otro método para el cierre de la misma). Esto puede provocar que el caballo genere problemas dentro de las cuadras con otros caballos, que coma una cantidad desproporcionada de comida (en ocasiones encontramos cuadras con comida próxima a los caballos), etc. Si el problema se da con un caballo entero, puede ser un problema si en las mismas cuadras nos encontramos con yeguas (y viceversa).
Despistes a caballo:
- Mal ajuste del equipo. Cincha mal apretada (puede provocar que la montura se de la vuelta), cabezada mal ajustada, muserola poco apretada, etc. Estos errores pueden provocar heridas o rozaduras al caballo.
- No respetar las normas de la pista. Este hecho puede provocar choques entre caballos e incluso contra la valla.
- Cruzarse con otro caballo. Esto puede darse en el trabajo por la pista, mientras uno de los caballos se encuentra saltando, etc. Este despiste puede provocar que uno de los jinetes deba variar su trayectoria (saltando puede provocar un susto en el propio obstáculo).
Algunos de estos despistes puede ser habitual en los jinetes con menor experiencia, pero resulta menos habitual observarlo en jinetes experimentados.
Como ya comenté en un artículo anterior, siempre debe imperar el sentido común . De esta forma, algunos incidentes serán evitados en parte o en su totalidad, haciendo de la equitación un deporte más seguro.