Activar al caballo frente al salto
Puede pasar que nos encontremos con un caballo que empieza a ir a menos frente al obstáculo. ¿Por qué? Por diferentes motivos nos podemos encontrar con que nuestro caballo (o el caballo que hemos empezado a trabajar) no tiene el ritmo que queremos de cara al salto. Una mala experiencia en un salto, falta de confianza del caballo (e incluso del jinete), haber restado ritmo en varios obstáculos, errores en la distancia, etc. pueden ser las causas de que nuestro caballo haya perdido ritmo.
Lógicamente habrá que valorar el caballo en cuestión, y en función de éste así podremos actuar. Aburrir a saltar a un caballo que no va hacia el salto puede no resultar una buena solución. Ser excesivamente agresivo con nuestro caballo frente o en el salto tampoco puede resultar una buena solución (ojo, esto no significa que no podamos ser enérgicos tomando algunos obstáculos).
¿Qué y cómo podemos trabajar para que nuestro caballo vaya hacia delante frente al salto?
Sin salto. Transiciones de galope, buscar que el caballo alargue los trancos de galope y que después acorte. Este ejercicio lo podemos repetir en varias ocasiones (incluso en el estiramiento), buscando que el caballo sea capaz de alargar sin perder un buen equilibrio ni correr.
Con una barra en el suelo. Repetimos el ejercicio anterior realizando el alargamiento 2 o 3 trancos antes de pasar por encima de la barra. Atención a que nuestro caballo no se precipite y quiera correr hacia la barra.
Colocar 2 barras de tranqueo delante de un obstáculo. De inicio las podemos colocar a 9 pies, y a medida que nuestro caballo va cogiendo el ritmo que deseamos las podemos alargar ligeramente. Este ejercicio lo podemos hacer con 1 o 3 barras también.
Colocar una barra en el suelo (posteriormente podemos colocar un obstáculo). Vamos a entrar galopando desde lejos haciendo una espalda adentro, manteniendo la atención, la impulsión y el deseo de ir hacia adelante de nuestro caballo. Dos trancos antes de la barra colocamos a nuestro caballo recto frente al salto, provocando que el caballo pueda alargar sus trancos enviando la energía sostenida hacia el obstáculo.
Debemos tener en cuenta que no se trata de que nuestro caballo pase por encima del obstáculo, si no que salte de forma equilibrada sobre un ritmo mayor del que teníamos inicialmente. Es decir, no se trata de que huya pasando por encima del salto.
No debe preocuparnos bajar la altura de los saltos. El hecho de facilitarle el salto haciendo que el obstáculo no le cueste mucho esfuerzo abordarlo, puede que nos ayude a la hora de conseguir un mejor ritmo.